Con la cercanía del invierno europeo se impulsa la demanda de combustibles. El biodiesel impulsado, quizá, por el diesel, muestra además el mayor incremento en sus precios durante los últimos cuatro años. Esta tendencia del mercado favorece, sin dudas, la transición hacia el uso de energías verdes.
Estos combustibles más amigables con el ambiente continúan ganando terreno en contextos de sostenibilidad y calidad de vida. Esto es así porque se siguen sumando científicos y tecnólogos a estudiar e investigar las ventajas de su uso. Recientemente en la publicación Aerosol and Air Quality Research se recogió un interesante estudio nutrido de la experiencia de miembros del Instituto Saúde e Sustentabilidade de Brasil, el Laboratório de Poluicao Atmosférica Expermiental y el Departamento de Patología de la Facultad da Medicina y el Instituto de Estudos Avancados de la Universidade de Sao Paulo.
De estas organizaciones de Brasil se consolidó un equipo de cuatro investigadores, que unió esfuerzos para llevar a cabo la “Valoración y Evaluación de Impactos en la Salud Pública con la Implementación Gradual del Biodiesel en la Matriz Energética de Transporte en Brasil”, con el objeto de estimar el impacto de la adición de diferentes niveles de biodiesel al diesel común. Esto para producir cambios en las concentraciones de micropartículas emitidas por los automóviles.

El grupo de científicos concentra su estudio en las ciudades de mayor población del país, Rio de Janeiro y Sao Paulo, a fin de profundizar en las ventajas del uso de biocombustibles para disminuir el impacto de los Gases de Efecto Invernadero. Pero también como medida preventiva y de control sobre las consecuencias que la contaminación ambiental tiene sobre la salud.
La extensión del estudio comprendió un lapso de 10 años, desde 2015 a 2025, en el cual se incrementó hasta 20% el uso de biodiesel. La simulación llevada a cabo mostró el sensible impacto en los indicadores de salud relacionados con el ambiente.
La Organización Mundial de la Salud ha estimulado el respaldo a iniciativas como estas. Es indispensable que las políticas públicas se conviertan en garantes de estilos de vida ambientalmente sostenibles. No sólo estas 2 metrópolis americanas contaminan el aire con ingentes cantidades de micropartículas. Casi todas las grandes urbes del mundo soportan sus sistemas de transporte y carga con diesel. Y las emisiones de este carburante son altamente dañinas para la salud.
Los investigadores revelaron cifras que alcanzan los 108 mil decesos asociados a fiebres y 240 mil hospitalizaciones relacionadas a estos factores contaminantes. Cabe destacar que la simulación se hizo sobre la base de parámetros controlados. Tal como los niveles de concentración de micropartículas, igualados a los registrados en el año 2012, aún cuando en la realidad la tendencia es al incremento gradual. Igual que el de las afecciones respiratorias y cardiovasculares, ligadas a la contaminación del aire.
Sin embargo, con una adición de 20% de biodiesel en el diesel se proyectó un impacto que reduce a 13 mil las muertes tempranas. Lo que además se traduce en el ahorro de cientos de millones de dólares en los costos del sistema de salud pública para este gigante de América del sur. Es decir que la prevención de la mortalidad y la morbilidad está directamente asociada al incremento del uso de biocombustibles. Así quedó evidenciado en el estudio, en el que quedó mejor parada la mezcla de biodiesel a mayor concentración que la de menor concentración.
Los beneficios para la salud pública derivados de asumir responsablemente la eliminación o disminución de las fuentes de contaminación fueron demostrados una vez más. Al igual que los beneficios económicos para las naciones al reducir su huella contaminante del aire. El aporte de Evangelina Vormittag, Cristina Rodrigues, Paulo de André y Paulo Saldiva con su estudio deja abiertas nuevas ventanas para la reducción de gases de efecto invernadero.
Teniendo en cuenta que el biodiesel, como el de colza, por ejemplo, puede ser utilizado sin tener que realizar modificaciones a motores diesel originales, el mercado de vehículos pesados está abierto para estimular la mezcla de biodiesel. Existe incluso, una tendencia creciente en varios países a legislar en este sentido, aunque aún los plazos para actuar sean laxos. Sin embargo, cabe esperar la materialización de políticas públicas más saludables.
Si bien Latinoamérica tiene niveles crecientes de producción de biodiesel, poco más de la mitad de éste se destina a la exportación. Siendo su principal destino el continente europeo, aunque hasta hace poco lo era Estados Unidos. Ahora bien, faltando poco para la llegada del invierno, que se espera cada año más crudo, se incrementa la demanda. La primera semana de octubre el precio del aceite de colza superó el pico más alto alcanzado desde hace más de 4 años. 1134,5 dólares la tonelada en mercados europeos de referencia.
Aunque Europa es el mayor productor de aceite de colza en el mundo actualmente, el biodisel a base de soja se muestra como una alternativa Argentina en el viejo continente.
También es cierto que el diesel sube y ¿por qué no la tendencia a la mezcla de éste con el biodiesel?
Sin duda este incremento favorece también a los productores europeos que pueden aspirar a aumentar sus márgenes. Los biocombustibles se están posicionando cada vez mejor en un mercado global de energías renovables. También como cultivos sustentables rentables por su alta resistencia y los pocos cuidados que requieren. Sin embargo la principal amenaza para un mayor auge del biodiesel está en los factores comerciales que determinan aranceles elevados entre unos países y otros. Así como también en la insuficiente presión para su uso en casi todas las naciones.
La población mundial aumenta sostenidamente y la necesidad de transporte también. Los combustibles que los mueven son requeridos con igual demanda. Los biocombustibles pueden estar tomando el impulso necesario ante una opinión pública mejor informada. Con actores sociales más conscientes de las responsabilidades de todos y cada uno en el entramado que alberga la diversidad del planeta Tierra.

¿Se está acercando el tiempo de completar el giro hacia estilos de vida responsables con la VIDA? La tecnología disponible y el aprovechamiento de recursos al alcance muestran luz verde para que así sea. El trecho que falta por andar impone mayores responsabilidades que no excluyen a nadie. Ahora bien ¿cuál sería la cuota de responsablidad para alcanzar patrones de consumo más saludables? Sin duda el biodiesel parece estar en el foco de todas ellas.
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