Un pilar fundamental en el presente y el futuro próximo es la agrobiotecnología. La globalización, el desarrollo y las nuevas tecnologías juegan un papel importante en el mundo actual, pero están presentando a la sociedad una serie de retos que debemos afrontar: el cambio climático, el crecimiento de la población o la presencia de fake news podrían ser un ejemplo.
Para poder superarlos, es necesario combinar la agricultura y la industria, abrir las puertas a las posibilidades que nos ofrece el mar (lo que se conoce como revolución azul) y ofrecer una buena comunicación a la sociedad para que las aportaciones que la ciencia pueda ofrecer no queden en saco roto.

El uso de la biología molecular en la agricultura y la industria alimenticia, como la modificación genética de plantas, permiten ofrecer nuevas características que mejoren la presencia en el mercado del producto y/o aumenten la sostenibilidad ambiental. Quizás por su importancia, este tema fue uno de los que inauguró el día 25 de septiembre la feria Biospain 2018, celebrada en Sevilla, durante el Fórum de Agrobiotecnología, en el que participaron importantes investigadores en este campo, como:
Graham Brookes, economista agrícola en PG Economics Ltd, consultora de Reino Unido enfocada a industrias basadas en agricultura y otros recursos naturales. Su trayectoria cuenta con más de 30 años de experiencia en el sector agroalimentario. Desde finales de los años 90 ha llevado a cabo una serie de proyectos de investigación sobre el impacto de la agrobiotecnología, con una gran presencia en artículos de revistas científicas.
En su ponencia, Graham Brookes detalló los beneficios del maíz resistente a herbicidas:
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- Ha conseguido reducir en 671 millones de kg el uso de pesticidas, con la consecuente disminución del impacto negativo que estos tienen sobre el medio ambiente
- Ha supuesto un aumento de los ingresos de las explotaciones agrícolas a nivel global de 186.1 billones de dólares.
- Se han producido 659 millones de toneladas más de alimento
- En 2016 ha supuesto una reducción de la emisión de CO2 de 27.1 billones de kg, el equivalente a retirar 16.7 millones de coches de la circulación.
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Las soluciones presentadas de la mano de los expertos en Agrobiotecnología
En este Forum de la Agrobiotecnología desarrollado en el marco de la Feria internacional de la Industria Biotecnológica, Biospain 2018, también participaron los siguientes expertos, los cuales constituyen algunos de sus más importantes promotores de la Agrobiotecnología en la actualidad:
Ignasi Papell, gerente de desarrollo comercial de industria alimentaria de Eurecat Centro Tecnológico de Cataluña. Es un ingeniero químico con experiencia en innovación empresarial y proyectos de investigación y desarrollo, a nivel europeo y nacional.
Paco Egea, profesor de química analítica en la Universidad de Almería. Es un experto en seguridad alimenticia y prácticas agrícolas de invernadero, con más de 55 artículos publicados en revistas científicas.
Jordi García-Mas, investigador en el programa de genómica de plantas y animal del Centre for Research in Agricultural Genomics (CRAG) de Barcelona, con más de 76 publicaciones y coordinador del proyecto de secuenciación del genoma del melón, MELONOMICS.
Eduardo Díaz, líder del grupo de Microbiología Medioambiental del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC, en Madrid. Ha publicado más de 100 artículos sobre los aspectos moleculares y genéticos de la biodegradación y bioconversión de contaminantes en bacterias.
Andreu Palou, director del Laboratorio de Biología Molecular, Nutrición y Biotecnología de la Universidad de las Islas Baleares, y del Grupo de Investigación de Nutrigenómica y Obesidad del CIBEROBN (Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Obesidad y Nutrición). Además de ser autor de toda una batería de artículos y patentes, ha sido vicepresidente del Panel de Nutrición Científica de la European Food Safety Authority (EFSA).
Los datos recogidos durante los últimos 20 años también apoyan la afirmación de que éste sector tiene la capacidad de impactar para bien tanto el medio ambiente como el mercado. El desarrollo de la agrobiotecnología no sólo nos permitirá alimentar a una población en expansión (con entre 9 a 11 billones de habitantes estimados para 2050), si no que nos permitirá hacerlo de una forma ambientalmente sostenible, minimizando el impacto ambiental.
¿Cómo se lleva a cabo la modificación genética de los cultivos agrícolas?

Desde el inicio de la agricultura el ser humano ha ido domesticando los cultivos, generando un gran impacto sobre ellos y cambiando radicalmente su fenotipo: aumentando el tamaño de las variedades, mejorando su sabor, reduciendo su contenido en semillas… El enfoque tradicional supone un tiempo de desarrollo de entre 5 y 30 años, y no se dirigen a la modificación de genes concretos si no que es una cuestión de suerte, como el cruce entre especies. Actualmente necesitamos nuevos fenotipos para hacer frente a estreses bióticos y abióticos como la falta de nutrientes, el exceso de frío o plagas fúngicas entre otros.
No sólo hemos mejorado con respecto al enfoque tradicional, sino que también se han pulido las técnicas de producción de nuevos organismos y se han conseguido mejoras significativas como con el uso de las técnicas de TILLING y CRISPR, que suponen un nuevo paradigma incluso en el ámbito de la legislación. Un ejemplo son los champiñones Agaricus bisporus modificados genéticamente con el sistema CRISPR-Cas9 para evitar que se vuelvan marrones, que pueden comercializarse sin regulación por parte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Aunque el enfoque más conocido socialmente de la agrobiotecnología es la modificación genética de organismos vegetales para su consumo, este término en realidad engloba mucho más, y puede ser tanto una oportunidad de búsqueda de fármacos como una fuente de obtención de nuevos combustibles. Un ejemplo de esto es el consorcio europeo Engicoin, en el que mediante factorías microbiológicas los investigadores logran fijar el CO2 para dar lugar a otros productos utilizables como acetona o bio-plástico.
¿En Qué consiste la técnica TILLING?
La técnica TILLING (Targeting Induced Local Lesions in Genomes) se basa en utilizar el mutágeno metanosulfonato de etilo (EMS) para inducir mutaciones puntuales que introducen nuevos SNPs (polimorfismos de un solo nucleótido) en el genoma de cada planta sometida a su efecto. Esta técnica nos permite detectar dónde se han producido las mutaciones, por lo que podemos saber en qué plantas se ha alterado el gen que interesa para crear una nueva variedad. La incorporación de la secuenciación masiva en los protocolos de TILLING ha permitido acelerar su aplicación, evitando los cuellos de botella que generaban las aproximaciones tradicionales.

El potencial de la medicina a través de la alimentación
El concepto de los alimentos está en evolución, y hay una tendencia a buscar que promuevan la salud, mejoren el bienestar y reduzcan el riesgo de enfermedad. Uno de los nuevos retos en nutrición son las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta como causa o factor de riesgo, como la obesidad, la diabetes o el cáncer. La elaboración de variedades vegetales que aporten beneficios a estos pacientes y su consumo, guiado por entidades que se dediquen a la nutrigenética como Alimentómica (Empresa de Base Tecnológica de la Universidad de las Islas Baleares) y DR HEALTHCARE, podría repercutir de forma muy positiva sobre su epidemiología.
Alimentómica en concreto se centra en la investigación y desarrollo de nuevos componentes, tecnologías o prácticas que permitan mejorar la alimentación y la salud de las personas, transformando los avances científico-tecnológicos en ingredientes o productos al alcance de la sociedad.
Por su parte, DR HEALTHCARE es una compañía biomédica que desarrolla enzimas funcionales para contrarrestar los efectos de uno de los síndromes más extendidos en la salud humana: el déficit de la enzima DAO que provoca intolerancia a la histamina (molécula inflamatoria). Entre las enfermedades que previenen sus compuestos se encuentran las migrañas, que afectan a más del 15% de la pobación mundial (unos 1050 millones de personas), la fibromialgia, la psoriasis y el TDHA.

¿Qué problema hay en europa en torno a los transgénicos y los organismos genéticamente modificados (GMOs)?
Pero si la agrobiotecnología y los cultivos modificados genéticamente ofrecen tan buenos resultados como comentaron los expertos del fórum de agrobiotecnología ¿Por qué en Europa este tipo de cultivos no han cuajado?
Según Graham Brookes, la respuesta puede dividirse en dos problemas muy distintos:
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- La regulación europea al respecto no favorece el desarrollo de esta tecnología
- En la población europea, durante más de 20 años, se ha extendido e instaurado una mala prensa y campañas desinformación (las ahora llamadas fake news) sobre los organismos modificados genéticamente (OMGs), que ha repercutido negativamente en la opinión que tienen los ciudadanos al respecto y dificulta aún más que haya una buena expansión de este sector en territorio europeo.
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Para poder resolver esta problemática, no sólo es importante desarrollar productos interesantes que puedan llegar al mercado, sino que es necesario comunicar la evidencia positiva que apoya a la agrobiotecnología para revertir el daño producido en la opinión pública durante los últimos años.
Pero ¿por qué aún hoy se sigue manteniendo esta situación? ¿Cuáles han sido los principales núcleos que le han cerrado las puertas en Europa a los cultivos transgénicos?
Debemos responder a estas cuestiones, déjanos un comentario con tu opinión y hagamos que esta situación se aclare
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Bibliografía
Emily Waltz, Nature (2016) 532
Kumar, A.P.K., McKeown, P.C., Boualem, A. et al. Mol Breeding (2017) 37: 14.