Las plagas son una preocupación creciente en el sector agrícola, que se ve cada vez más expuesto a especies invasoras. Este es el caso de Xylella fastidiosa, una bacteria originaria del norte de California, o el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), coleóptero originario de Asia. Contra estas plagas, que suponen un problema medioambiental, se están buscando soluciones sostenibles como los biopesticidas: plaguicidas biológicos, como bacterias, hongos o virus.
El mercado de los biopesticidas ha crecido un 24% en los últimos dos años, siendo uno de los biopesticidas estrella los hongos entomopatógenos. Estos hongos son capaces de infectar al hospedador por vía tegumentaria y crecen en el hemocele del insecto, provocando su muerte. Una vez han acabado con el hospedador, crecen de forma saprófita en él, esporulan e inician un nuevo ciclo por transmisión horizontal a otro insecto. El hongo mitosporico Beauveria bassiana, un hongo entomopatógeno, se ha usado para el control biológicos de insectos coleópteros, grupo al que pertenece el picudo rojo.


Varios estudios en Egipto y España han demostrado la eficacia de B. bassiana para reducir la incidencia del picudo rojo tanto en larvas como en adultos.
Investigadores de la Universidad de Alicante han conseguido aislar este hongo a partir de R. ferrugineus infectados, por lo que es especialmente patogénico contra la plaga, causando un 70-85% de mortalidad en el picudo rojo. Esta investigación ha llevado al desarrollo de la EBT (Empresa de Base Tecnológica) Glen Biotech, que actualmente se encuentra patentando un producto contra el picudo rojo como fitosanitario a nivel europeo, basado en el aislado de Beauveria bassiana.
«Hemos logrado repetir lo que la naturaleza hace, pero a gran escala, lo que nos posibilita tener una solución real a un grave problema agrícola.» Glen Biotech.
Siguiendo esta misma línea de productos fitosanitarios, Glen Biotech también ofrece soluciones fúngicas para plagas de mosca blanca en tomate y pimiento, y para insectos de palmeras o ágaves mediante nemátodos.
La preocupación por las plagas y la búsqueda de soluciones mediadas por biopesticidas es de interés global. En Argentina el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA) han creado una planta piloto de hongos entomopatógenos. En Argentina una de las principales preocupaciones es el picudo algodonero (Anthonomus grandis), la plaga más dañina del cultivo del algodón, y estas entidades han llevado a cabo los primeros ensayos de campo con hongos entomopatógenos para el control de esta plaga. Los buenos resultados obtenidos han impulsado más ensayos para ajustar dosis y momentos de aplicación del biopesticida, que permitirán el desarrollo de un producto comercializable en un futuro.

¿Qué plaga tenemos en el punto de mira?
Actualmente, una de las plagas más preocupantes en Italia y en España es Xylella fastidiosa, una proteobacteria que ha sido introducida en la península ibérica en junio de 2017. Esta bacteria produce la enfermedad de Pierce en la vid, el olivo y el almendro entre otras plantas de utilidad económica. Uno de los principales problemas para estudiar esta plaga es la dificultad que tiene para aislarse y cultivarse en laboratorio. La principal vía de diseminación de esta bacteria es mediante insectos que se alimentan del xilema de las plantas. Aunque actualmente no hay tratamiento para la infección, se están buscando soluciones como el uso de antimicrobianos que podrían aplicarse tanto en solución como en forma de su especie productora.
